viernes, 23 de febrero de 2007

Signos Naturales y Artificiales

Signos naturales y artificiales

La primera gran división corresponde a los signos naturales que se diferencian de los signos artificiales. El rasgo diferencial entre ellos es la no participación directa del hombre en la creación de estos signos (naturales) y la participación directa en la creación de dichos signos (artificiales). En ambos casos el hombre lo interpreta, pero no siempre los crea, ya sea como actividad consciente o inconsciente.

Los signos naturales reciben también la denominación de indicaciones o índices. Así el humo como indicio de que hay fuego, las nubes como indicio de lluvia, las arrugas de la cara como síntomas de envejecimiento, etc.
Signos lingüísticos y no lingüísticos

Los signos artificiales se dividen a su vez en lingüísticos y no lingüísticos, incluyendo entre los primeros los sistemas verbales (los sustitutivos a partir de ellos: escritura, morse, braille, etc.) de carácter «natural» o tradicional, es decir, las lenguas o idiomas.

Los no lingüísticos o signos propiamente dichos, que se oponen a los verbales (base de todo el proceso de la comunicación humana), se dividen en, señales, símbolos e iconos.

Los primeros influyen —dice Schaff— de una manera o de otra sobre la voluntad de los individuos mientras que los otros sólo actúan de forma mediata.

Con esta clasificación no está muy de acuerdo Reznikov, quien cree que todos los signos son fenómenos materiales que actúan directamente sobre los órganos de los sentidos. El disparo de un cohete como señal de ataque o la luz roja de un semáforo para impedir el paso de personas o vehículos, son señales.


Los símbolos se diferencian, a su vez, de los signos icónicos por tres características:


Son objetos materiales que representan ideas abstractas.

Funcionan por ejemplificación, alegoría o metáfora, y van dirigidos a los sentidos.

Su representación ha de tener un previo convenio para ser entendido. Ejemplos de símbolos son «la Cruz» que representa al Cristianismo; «la Media Luna» que presenta al Islamismo; «la Estrella de seis puntas» que representa a la Religión Mosaica; «la hoz y el martillo con estrella roja de cinco puntas» que es el símbolo del comunismo, etc.


Se puede definir el símbolo como la representación de una noción abstracta por un ente material. Este objeto material es el que funciona como sigue. Mientras que se definiría a la señal (Morris dice que todo signo que no es símbolo es señal) como aquel signo que tiene por finalidad evocar, cambiar u originar una acción, siendo su aparición ocasional en relación con la acción prevista. Reemplaza al lenguaje fónico y actúa de manera directa e inmediata sobre el receptor del mensaje.
Los signos icónicos


Schaff apenas analiza los signos icónicos, a los cuales da la denominación de signos propiamente dichos —sustitutivos sensu strictu—, oponiéndolos a los símbolos. Funcionan de acuerdo con el principio de semejanza y en él pueden incluirse toda clase de imágenes, efigies, dibujos, pinturas, fotografías o esculturas.


Peirce los definía como «signos que originariamente tienen cierta semejanza con el objeto a que se refieren . Así, el retrato de una persona o un diagrama son signos icónicos por reproducir la forma de las relaciones reales a que se refieren.

Definición que ha tenido notable éxito y aceptación, gracias a la difusión hecha por su discípulo Morris, quien señaló además que el signo icónico tenía algunas de las propiedades del objeto representado, es decir, de su denotado.


Sin embargo, si se observa una imagen publicitaria, no siempre representa todas las propiedades, ya que muchas de ellas están simplemente sugeridas a través de otras, o de una parte por el todo. Por eso, el signo icónico reproduce algunas condiciones de la recepción del objeto, seleccionadas por un código visual y anotadas a través de convenciones gráficas. Se establece la equivalencia entre un signo gráfico convencionalizado y el rasgo pertinente del código de reconocimiento.


Los signos icónicos, pese a cierta semejanza entre signo y objeto representado, son convencionales. No poseen las propiedades de la realidad, sino que transcriben, según cierto código de reconocimiento, algunas condiciones de la experiencia.

Cuatro características tienen los signos icónicos:


ser naturales /convencionales / analógicos / y de estructura digital.


De manera esquemática podemos clasificar los signos de la siguiente manera:


Naturales — (Índices)

Signos

Artificiales

Lingüísticos

FundamentalesAuxiliares

No lingüísticos




Señales Símbolos Iconos



En la anterior clasificación de Schaff, se observa que los signos lingüísticos se oponen a los signos naturales (el lenguaje es producto de su sociabilidad) y, dentro de los signos artificiales, forman un grupo independiente. Frente a los demás sistemas de signos, los lingüísticos han alcanzado un gran desarrollo en el análisis histórico y hoy todos los estudios serios de comunicación los suelen tomar como punto metodológico de partida. Los hallazgos alcanzados en el sistema lingüístico representan el modelo piloto para otros sistemas y códigos de comunicación.


Diagramas de lenguajes y procesos de comunicación

La lengua en relación con otros sistemas y medios de comunicación social.
La Información.
Los medios de comunicación.

Los sistemas de comunicación.

Los lenguajes.

El lenguaje humano.

La lengua.

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